
– La piel debe estar limpia
Con una crema de día es suficiente. Ni base de maquillaje ni barra de labios para evitar manchas.
– Los zapatos
Utiliza zapatos cómodos para afrontar un largo dia de tiendas. También unos tacones en el bolso para probarte el vestido, ya que son indispensables para el dobladillo y para ver la caída del vestido.
– ¿Quién me acompaña?
No es fácil decidir sola. Lo mejor es ir con una o dos personas de tu entorno. Pídeles que apunten los pros y los contras de cada modelo que te pruebes y te guste.

– Un poco de organización
Como te probarás muchos vestidos en miles de tiendas diferentes, corres el riesgo de acabar hecha un lio y confundirlo todo. Apunta el nombre de la tienda, el modelo que te has probado y lo que te ha parecido.
– Comodidad
Muévete con el vestido de novia puesto. Practica algunos pasos de baile y anda por la tienda. El conjunto que elijas debe de ser cómodo.
– Comprueba el tono del vestido
Con los focos de la tienda el blanco no se aprecia igual. Sal a la calle a la luz del día para comprobar su tono real y verificar que no es un tono amarillento o que se transparenta la tela.
-Imagina tus fotos
Con tanta prueba puedes liarte y acabar eligiendo un vestido inadecuado. Para no hacerte un lio y saber lo que quieres, imagínate qué es lo que te gustaría ver en las fotos de tu boda.
– El vestido de tu talla
No elijas el vestido ni la talla en función del régimen milagroso que tienes pensado llevar a cabo. Cómprate un vestido de tu talla, y si adelgazas antes de la boda te harán los retoques oportunos.